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Mostrando entradas de agosto, 2010

Hay una intrusa... 2a. parte

Cortinas y ventanas Ricarda era muy trabajadora, constante en sus plegarias, era muy buena para describir a las personas, ahorradora, de sazón medio y cordialidad aparente; por eso la quería tanto su hermana, por hacer a buen esfuerzo un intento de hermandad sustentado en el engaño. Mari Tere, como le decían sus padres, no sabia amar a su familia, los quería a todos, pero amaba a los extraños, se le daba; por eso trabajaba en el albergue, no le interesaba ahorrar para su casita, no tenia muchas piezas de joyería, era una “chancluda con sospecha de retraso mental”, así la describía su hermana. No se le puede culpar a Ricarda de semejante descripción, es que María Teresa no era de hablar, incluso le parecía innecesario, por eso trabajaba en el albergue, porque ahí entre menos se hable mejor para todos. Era entre semana cuando Mate desvió su camino de regreso a casa: - María Teresa, la que le pidió su máquina prestada -, Mate se sentía como una loca cuando hablaba por medio del interfon