No cabe duda de que puede llegar a ser muy confuso.
El Destino, la Libertad, sendas palabrotas que aparecen en textos filosóficos y la facebook.. La una y la otra se presionan, coexisten sin convivir; deambulan y atacan cuando los reflexivos se distraen. Yo puedo opinar poco al respecto, puedo escupir aquí y allá definiciones, referencias, sentencias tácitas y alucinaciones nouménicas, pero me encontré con un escupitajo al respecto.
Hace unos minutos leía a un extraño que dice mas o menos (probablemente más menos que más), que todo es mierda, y como todo es mierda, pues todo se va por el caño. Hacia el final del texto aquel se encuentra:
¿y que nos puede sacar de esta mediocridad, o cuando menos hacerla soportable? ¿la fe? ¿la religión?, ¿la belleza?, ¿el amor?, ¿el idealismo?, ¿una mixtura de estos ingredientes? Lo ignoro. Que cada quien haga su coctel. Que cada quien se equivoque a su modo. Los ingredientes están ahí1.
¿Cuál mediocridad? Vamos a decir que la de existir. Yo agregaría a los ingredientes de posibles cocteles, el destino y la libertad. ¿Destino? perfecto, ¡ya pa´ que pensarle! Si de cualquier manera va a pasar lo que ya esta escrito; ¡que repulsión la que me da!, pareciera que sólo a los flojos les puede llegar a agradar, quizá al mediocre también. Que encierro me provoca, no hay más, no hay salida del camino trazado con puas, ¿te a tocado ser “x”? se feliz, pero ya, que no hay manera alguna de que puedas ser una “z”.
¿Libertad? ¡SALUD! El que camino que gustes, lento, rápido, con descansitos, con disfraz, sin disfraz, para el occidente, oxidado, lleno, vacío a ratos… como e-l-i-j-a-s.
Pregunta el varón responsable del fragmento ¿qué nos saca…? Sospecho que la embriagues, unos cuantos grados de “palabrotas” en la sangre; aunque quizá se refiera al siempre delicioso saborcito que deja un buen trago en la boca. Me agrada su analogía, cualquiera que fuere su unívoco sentido, pero ¿cómo se hacen estos cocteles? Supongo que como son al gusto no tienen instrucciones .
¿Mi coctel? Fe absoluta con libertad, práctica razonada y, solamente para darle colorsito, ágape. Pero ya saben que de vez en cuando hay que cambiarle, para no vivir en circulo y regresar al hartazgo. ¡Prost!
El Destino, la Libertad, sendas palabrotas que aparecen en textos filosóficos y la facebook.. La una y la otra se presionan, coexisten sin convivir; deambulan y atacan cuando los reflexivos se distraen. Yo puedo opinar poco al respecto, puedo escupir aquí y allá definiciones, referencias, sentencias tácitas y alucinaciones nouménicas, pero me encontré con un escupitajo al respecto.
Hace unos minutos leía a un extraño que dice mas o menos (probablemente más menos que más), que todo es mierda, y como todo es mierda, pues todo se va por el caño. Hacia el final del texto aquel se encuentra:
¿y que nos puede sacar de esta mediocridad, o cuando menos hacerla soportable? ¿la fe? ¿la religión?, ¿la belleza?, ¿el amor?, ¿el idealismo?, ¿una mixtura de estos ingredientes? Lo ignoro. Que cada quien haga su coctel. Que cada quien se equivoque a su modo. Los ingredientes están ahí1.
¿Cuál mediocridad? Vamos a decir que la de existir. Yo agregaría a los ingredientes de posibles cocteles, el destino y la libertad. ¿Destino? perfecto, ¡ya pa´ que pensarle! Si de cualquier manera va a pasar lo que ya esta escrito; ¡que repulsión la que me da!, pareciera que sólo a los flojos les puede llegar a agradar, quizá al mediocre también. Que encierro me provoca, no hay más, no hay salida del camino trazado con puas, ¿te a tocado ser “x”? se feliz, pero ya, que no hay manera alguna de que puedas ser una “z”.
¿Libertad? ¡SALUD! El que camino que gustes, lento, rápido, con descansitos, con disfraz, sin disfraz, para el occidente, oxidado, lleno, vacío a ratos… como e-l-i-j-a-s.
Pregunta el varón responsable del fragmento ¿qué nos saca…? Sospecho que la embriagues, unos cuantos grados de “palabrotas” en la sangre; aunque quizá se refiera al siempre delicioso saborcito que deja un buen trago en la boca. Me agrada su analogía, cualquiera que fuere su unívoco sentido, pero ¿cómo se hacen estos cocteles? Supongo que como son al gusto no tienen instrucciones .
¿Mi coctel? Fe absoluta con libertad, práctica razonada y, solamente para darle colorsito, ágape. Pero ya saben que de vez en cuando hay que cambiarle, para no vivir en circulo y regresar al hartazgo. ¡Prost!
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