Ir al contenido principal

Estrellas

Sin saber el futuro, Lola le decía a su P. Sadnerson:

— Tú no lo sabes, pero a veces creo que el cielo es de verdad un firmamento, donde Dios ha anotado todos sus planes, claro, los menos importantes. Soren, las antiguas culturas al descifrar el código estelar, debieron faltar al respeto de lo privado y por eso los mayas desaparecieron ¿no crees? Además el smog nos oculta las estrellas, es decir, ya ni una ni otra cosa Soren P. : ni admirar la belleza, ni morbosear sus secretos. ¿Qué tienen las estrellas? ¿tú sabes Soren? Y es que algunas sirenas las tienen sumergidas; algunas mujeres quieren que las bajen para meterlas en cajones…— acababa divagando.
— Debe saber el hurón Lola, él es su vecino. Hoy debe ser el tercer día de luna llena así que tal vez podamos verlo.— Soren subió los crujientes escalones y retocó seis veces el espejo del ropero, pero no salía; a Lola se le ocurrió que tal vez se estaba disfrazando para salir a trabajar, Herr P. Sadnerson tuvo que hacerle notar a la niña que estaba nublado.
— Quizá se ha tomado la noche libre….. Vamos Lola, deja tus curiosidades para después. —

Bajaron a la guarida lolesca, pero la niña plastilina aún no dejaba sus curiosidades.
— Soren, quiero ir a donde pueda ver las estrellas —; pero aquel imaginario amigo veía muy humanamente el futbol, así que no le hizo caso. Tampoco dio cuenta de que Lola estaba escribiendo una carta; un poco triste y muy estrellada.

Comentarios

Aguacate y Mandarina ha dicho que…
¿Y la carta dibujaba estrellas?
Eliza Lecter ha dicho que…
Dibujaba a Lola estrellada.
peregrino ha dicho que…
una vez escuche la historia de las estrellas, trazada por el camino del sol, empezaba en virgo libra escorpion y sagitario, una virgen un pago justo el aguijon o muerte y un ser de doble naturaleza.... me gustaria escucharla en cancion
sal 19:1-6

Entradas populares de este blog

BEDUINO

Me acabo de dar cuenta de que la gente no se va, tan sólo continúa. Cuando la gente se muere, pues eso: se muere. Deja de estar, aunque la recuerdes, aunque guardes su ropa apolillada o le dediques todas tus victorias académicas: ya no está. Pero cuando la gente no está ahí presente, existe la amenaza de volverla a ver. En una fiesta. En la calle Madero. El Bar. Su cafetería. El metro. Entre la multitud de un concierto. Se te pasa el susto después de muchos años. Platicas, gritas, lloras; igual que cuando alguien se muere. Yo lloro hasta cuando matan animales en las películas, por eso mi llanto no se lo toman en serio. Igual que el que se la pasa posteando que está miserable y triste después de años de una relación amargada: ya nadie le cree. La gente no le da oportunidad a sus caprichos: después de unos años ya no lo vas a querer. Sí, después de algún tiempo puedes notar que es cuestión de orgullo: es por ti, no por el otro.  Por eso sufrías (o sufres) tanto, ...

DERECHO A SOSPECHAR

El terror de mi infancia fue E.T. Caminaba el largo trecho entre mi cama y la de mis padres, para rogar por un pequeño espacio que me permitiera pegar el ojo sin que ese remedo de tortuga apareciera en mi cabeza. Hoy me desperté a las 4:30 de la mañana. Nos acechaban muy de cerca desde la orilla de la cama. Unos grandes ojos negros con pestañas de camello, buscaba consuelo entre la oscuridad de la noche. Ya no pude seguir durmiendo, mi cabeza aplicó la de siempre: pensar en lo que no pienso a horas en que no debe pensarse.   Hasta que entré a la prepa pude dormir bien, creo que porque me resigné, así que hice de la hora de dormir un ritual que empezaba con la cena y terminaba con charlas radiofónicas. Quizá fue que en esos días la jornada escolar se había extendido por la danza, salía más tarde, y en temporada de teatro los sábados no eran míos. Dormía mejor. Sólo diez minutos 4:40. Noto como sus respiraciones están sincronizadas, una más pequeña que la otra. Me entra ...

Show, pop y te hecho tanto en falta

Recientemente descubrí la ópera. Mi padre la escuchaba provocándome serios disgustos, yo quería escuchar su soundtrack del Padrino para bailar a todo lo ancho de la sala; me tocaba soportar. Luego la olvidé. Ahora no solamente me gusta, en las últimas semanas de mi vida se ha convertido en el reflejo de mis exageraciones: eso es — me digo — , un rato de actuación, música, escenografía ¿cuánto vas a invertir en tu producción? De entre todas las cosas que arroja para que mastique mi mente, la cuestión esta de producir una obra que, en la opera, no podría nunca ser pequeña, que si sencilla. Hacer que todos los elementos cuadren es para verdaderos expertos, que los asistentes encajen con todo el montaje es cuestión de magia. Eso me ha parecido cuando afuera de Bellas Artes he visto llegar, con toda ostentación, a los que traen sus boletos de entrada en las bolsas. Nunca he ido a la ópera, soy cibervoyerista.  Por otro lado las voces, los solistas. No podría ser protagonista, ...